La Ejecutiva Nacional del Partido Andalucista (PA) ha elegido por unanimidad a Carlos Bautista como candidato al Parlamento Europeo, una decisión ratificada por el Comité Nacional, máximo órgano entre congresos.
Carlos Bautista, médico jiennense aunque residente en Málaga, optará por segunda vez como candidato, después de que en los comicios europeos de 1999 el PA lograra dos escaños, con lo que esta formación volvió al Parlamento Europeo diez años después de su primera presencia.
Como en las citas anteriores, el PA concurrirá a estos comicios con una coalición de partidos nacionalistas, aunque todavía no se han concretado las alianzas porque los andalucistas están a la espera de los resultados de las elecciones autonómicas en Galicia y el País Vasco, según ha explicado en conferencia de prensa la secretaria general, Pilar González.
En 1999, Carlos Bautista concurrió a las comicios bajo las siglas de Coalición Europea, formada por el Partido Andalucista, Coalición Canaria, Partido Aragonés Regionalista y Unión Valenciana.
En esta nueva etapa, Bautista se propone llevar a Estrasburgo reivindicaciones acordes con la actual situación de crisis, sin que "la ideología o la política prime", ya que la prioridad, a juicio de los andalucistas, es dar respuesta a los problemas que padecen los andaluces a causa de la recesión.
De su anterior etapa como eurodiputado, Bautista ha destacado la defensa de los intereses agrícolas y pesqueros de Andalucía, entre otras actuaciones, y se ha mostrado orgulloso del trabajo desarrollado por su grupo porque "con una pequeña oficina, conseguimos grandes metas".
En este sentido, ha lamentado que algunas actuaciones pasaran "desapercibidas" y que se le diera "relevancia", en cambio, a otros aspectos, como la polémica que desató su defensa del diálogo con ETA. "Se cebaron con un partido pequeño y una persona que no tenía manera de defenderse", ha lamentado Bautista, que ha asegurado que no se arrepiente de nada de lo que hizo en aquella etapa tras recalcar que "muchas personas de la calle siguen pensando que hay que sentarse, con los que no tienen delitos de sangre, y dialogar". "(José María) Aznar, (José Luis Rodríguez) Zapatero y, antes, Felipe González, dialogaron y lo hicieron bien, su obligación es sentarse con el diablo e intentarlo", ha sentenciado.