Julián Álvarez criticó el tradicional discurso de fin de año que realizó el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, al que espetó que, si su reto actual es el de conseguir la convergencia con la Unión Europea (UE) y las regiones más desarrolladas, 'entonces es que su lema es falso y Andalucía no sólo no está al máximo, sino que está a medio camino de esa convergencia'.
En declaraciones a Europa Press, el candidato de Coalición Andalucista a la Presidencia de la Junta, Julián Álvarez, puso en duda que el Estatuto de Autonomía sea la mejor herramienta para el futuro de la región y consideró que lo más positivo para los andaluces sería 'que en marzo se produjese un cambio político en el gobierno de la Junta'. De este modo, Álvarez se mostró 'sorprendido' de que Chaves sitúe al Estatuto como el principal instrumento para lograr el bienestar en la región, al tratarse de un texto 'que consensuó con la derecha andaluza liderada por Javier Arenas, lo que revela que si el PP recurrió la reforma catalana y la andaluza no, es que el Estatuto andaluz es muy inferior al aprobado en Cataluña'.
Además, reprochó al presidente andaluz 'que haya dejado pasar la oportunidad de explicar a los andaluces por qué su regalo en 2008 va a ser la coincidencia de las elecciones autonómicas y generales, a diferencia de lo que ocurre en País Vasco, Cataluña y Galicia', algo que, a su entender, 'hace pensar que el discurso no lo ha escrito Chaves en Andalucía, sino que lo han hecho en Madrid, concretamente en la Moncloa, los asesores de Zapatero'.
En este sentido, Julián Álvarez aseveró que el mensaje del presidente andaluz 'no refleja las preocupaciones reales, ni los problemas de los ciudadanos andaluces'.
Así, recordó que Chaves se ha olvidado 'de los 500.000 andaluces sin empleo; de las familias de los más de 300 muertos en la región en accidentes laborales; del millón y medio de personas que viven bajo el umbral de la pobreza, de los más de tres millones de ciudadanos de Andalucía que sufren la constante subida de las hipotecas y el difícil acceso a una vivienda digna y de las 114 toneladas de 'chapapote' que se recogen en las playas de Algeciras (Cádiz) tras el último desastre ecológico que ha teñido de negro las costas de nuestra región'.
